LADY KILLIGREW, LA MUJER PIRATA DE CORNUALLES
UN ACERCAMIENTO A LADY KILLIGREW
Hace tiempo empecé a investigar sobre mujeres pirata en la historia, entre las que encontramos a nuestra Lady Killigrew. Esta investigación no es una novedad, os lo he contado ya en alguna ocasión, sobre todo porque esto haciendo una serie de artículos sobre ellas (y con otro proyecto del que no puedo hablar mucho entre manos). Lo que no podía imaginarme es que había tantísimas mujeres piratas. Con la de piratas hombres que conocemos, que pocas piratas femeninas están en la memoria colectiva.
El caso es que una de las ideas preconcebidas que solemos tener, supongo que por las películas y novelas sobre los piratas en el Caribe, es que se dedicaba a la piratería quien no tenía otra opción. Quien quería vivir sin ataduras ni señores y, a ser posible, ganar una buena suma de dinero en poco tiempo, antes de acabar colgado al final de una soga en el mejor de los casos.
Lo que muchos no sabemos, y yo tampoco antes de empezar a investigar sobre este apasionante mundo, es la cantidad de nobles que se dedicaron a ello. No hablo de corsarios. No, piratas, sin licencias ni permisos reales ni códigos de honor en cuanto a las banderas que atacaban. Inglaterra, sobre todo la costa de Cornualles, fue un hervidero de piratas, y algunos de ellos tenían apellidos muy poderosos, alcurnia y fortuna.
Hoy vamos a hablar de Mary Wolverston, también conocida como Lady Killigrew. Esta mujer de armas tomar nació en torno a 1522 y venía ya de estirpe pirata. Su padre era Philip Wolverstone, un conocido caballero pirata. Se casó con Sir John Killigrew, gobernador del castillo de Pendennis, entroncando así con una familia de todavía mayor pedigrí pirata, y entró a formar parte del negocio familiar. Para que os hagáis una idea, hasta su suegra acabó en juicios por piratería.
DEMASIADAS MUJERES PIRATAS CON EL MISMO TÍTULO
A Mary se la confunde en ocasiones con la madre de su marido, Elizabeth, llamada Old Lady Killigrew, e incluso con algunas descendientes suyas. Cosas de que todas lleven el mismo título. La gobernanza del castillo conllevaba el control del tráfico marítimo del puerto cercano y de toda la zona de costa que le correspondía, lo que aprovechaba la familia para hacer negocios.
CORNUALLES, UN REFUGIO DE PIRATAS PARA PIRATAS
Vivían en Arwenack House, casa que disponía de un camino particular y secreto que desembocaba en el mar. El castillo de Pendennis, cercano a la casa, disponía de cien cañones que usaban más como elemento disuasorio que para protegerse de los piratas ellos mismos, como pudiera ser lo lógico. De hecho toda la zona era un refugio seguro para los piratas de Cornualles, que contaban con el apoyo de la familia Killigrew. La propia casa de Arwenack acogía a los más famosos de ellos. No solo esto, si no que ellos mismos tomaban parte en estas actividades desde la posición de ventaja que les daba controlar varios puertos de la costa en calidad de gobernadores. Los sobornos a los funcionarios arreglaban el siempre incómodo tema de las intromisiones de la autoridad.
Mary era descrita como una dura mujer de negocios. La familia creó una dinastía de piratas (además de políticos, soldados y ministros) muy poderosa que consiguió no ser nunca cogida en delito. Como siempre, el poder y la riqueza conllevan beneficios y, en este caso, sus actos solo eran perseguidos si iban a por la presa equivocada.
EL ERROR FATAL DE LA PIRATA
Y esto, queridos lectores, es lo que le paso a Lady Killigrew. En el día de Año nuevo de 1582, cuando la dama ya era una respetable viuda que seguía con los negocios familiares y dirigía con mano de hierro el sindicato de piratas que había fundado con su marido, se desató una tormenta tremenda. Un barco español, el María de San Sebastián, echó anclas justo frente a su castillo y los capitanes decidieron ir a tierra en barca a esperar a que la tormenta amainara. Mary no podía dejar que una presa semejante escapara de sus garras, sobre todo cuando llegó a sus oídos que portaba grandes riquezas. Así que el 7 de enero se subió a una barca junto con varios seguidores, llegaron al buque español, mataron a toda la tripulación que allí se encontraba, tiraron los cuerpos por la borda y regresaron cargados de monedas y rollos de paño de Holanda.
Lo que ocurre es que los españoles no se lo tomaron nada bien y exigieron justicia. Denunciaron el hecho, pero resulta que el hijo de Lady Killigrew era el presidente de los comisarios de piratería de Cornualles, así que la investigación concluyó con un “no sabemos quién ha sido”. Pero los españoles estaban dispuesto a todo y elevaron sus quejas hasta las más altas instancias. Cuando Londres tomó cartas en el asunto las cosas se complicaron para Mary. Hubo una investigación a fondo y ella, junto con dos criados que la acompañaron, fue detenida y acusada de piratería y asesinato. De nuevo aquí el poder se hace notar. Sus criados fueron condenados y ejecutados, pero ella recibió el perdón de la reina Isabel I.
No se sabe más de ella excepto que murió después de 1587. En esta fecha estaba todavía viva, pues hay registros de ello en las notas sobre un juicio por piratería (qué familia, mi madre, qué familia) al que se enfrentó su hijo John. Muy probablemente Mary acabó sus días en sus tierras, viviendo una vida apacible y confortable, haciendo lo que mejor sabía hacer.
Y SI QUIERES SABER MÁS…
En la segunda parte de mi serie de artículos sobre mujeres pirata de la historia (que puedes leer aquí) está muy bien acompañada por otras importantes piratas. La bibliografía fundamental sobre su vida es el famosísimo libro Historia de la piratería, de Philip Gosse, a parte de algunos volúmenes sobre la historia de Cornualles que hacen hincapié en esta familia y sus aguerridas mujeres. En este artículo, muy bien documentado, se habla de ellas y de las confusiones que ha habido a lo largo de la historia con las diferentes Lady Killigrew. Muy recomendable para saber un poco más.